domingo, 3 de agosto de 2014

Demasiado personal

Hace poco me han acusado de tomarme una discusión como "demasiado personal". En cierto sentido era verdad, pero lo que no sabía quien me lo dijo es que eso era lo que yo trataba de hacer.

La gente suele considerar que las discusiones son "razón", y que los argumentos se deben de circunscribir a ese plano. Lo cual funcionaría si las personas fuésemos máquinas sin sentimientos. ¿Que ocurre? Que no lo somos, que tenemos sentimientos, y que estos influyen en la discusión. Pero no los expresamos como sentimientos, sino que buscamos argumentos para justificarlos. El resultado suelen ser malos argumentos y un clima peor en la conversación, por que ambos nos sentimos heridos pero ninguno queremos admitirlo. Los malos argumentos del contrario nos hieren, los sentimientos toman más peso, y cada vez buscamos argumentos más peregrinos para justificarlos, que a su vez hieren al rival, entrando en una espiral sin salida.

Por contra he descubierto que cuando en medio de una discusión expresas tus emociones, las cosas suelen mejorar. Uno se ofende con un argumento que considera que es incorrecto y que denigra su posición. Pero prácticamente nadie se ofende por lo que sienta otra persona. Si yo digo que las arañas son horribles, un estudioso de los insectos se puede ofender. Si por contra digo que a mi me dan miedo, esa persona entenderá que puede haber motivos para que me sienta así, y que aunque mi miedo sea infundado, es algo que y no controlo y que es válido que sienta.

Así que sí: cuando me tomo algo como personal, trato de reconocerlo y expresar lo que siento. No voy a dejar de discutir por tomarme algo de forma personal, por que en casi cualquier discusión interesante aflorarán sentimientos. Y a la vez tampoco voy a ocultar esos sentimientos y tratar de mostrar argumentos cuando yo se que esos sentimientos van a distorsionar los argumentos en mayor o menor medida. Quiero que la gente pueda sentir empatía por mi, y que me respondan con lo que sienten, para que a su vez yo pueda sentir empatía por ellos, y así llegar a entendernos.

Quiero que la gente pueda entender el origen de mis errores, que todos los tenemos.

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