domingo, 31 de agosto de 2014

La aprobación social

El otro día vi un comentario sarcástico en una red social, y mi primera reacción fue responder siguiéndole la broma. Pero de alguna manera no me encajaba con la clase de persona que pretendo ser en este blog. Y entonces me pregunte ¿me estoy pasando? Quiero decir, en este blog he inventado una personalidad más agradable, más "linda" ¿Pretendo suprimir mi manera de ser real en función de cumplir con esa nueva personalidad que me estoy inventando?

No puede estar bien manipularme a mi mismo, a mi forma de actuar, solo para adaptarme a un estereotipo que yo mismo he inventado. Eso es engañarme y engañar a los demás. Si mi verdadera personalidad era la que había surgido espontáneamente entonces estaba mal negarla. Aunque no me gustase no podía simplemente tratar de taparla con una nueva personalidad inventada.

Pero entonces otra reflexión cruzó mi mente ¿realmente esa primera reacción que no me gustaba era mi verdadera personalidad? ¿Como era posible que fuese parte de mi algo que no me gustaba? Y me puse a pensar por que quería escribir ese comentario en primer lugar. El tema no me interesaba. Tampoco estaba de acuerdo con la opinión de aquel a quien le pretendía seguir "la broma". La única respuesta que se me ocurrió fue que esperaba recibir unas palmaditas en la espalda.

No es algo tan extraño. ¿Quien no lo ha hecho alguna vez? Si se te ocurre algo que crees que agradará a la gente a tu alrededor ¿No querrías decirlo? Al final, lo que ahí buscamos es la aprobación social.

Desde entonces he empezado a encontrarme con que gran parte de lo que hago se basa en la búsqueda de la aprobación social, algo que irónicamente siempre he rechazado. En cierto sentido me he aislado socialmente para evitar buscar la aceptación social: No bebo, no fumo, no salgo "de fiesta" ni me intereso por el fútbol no ya solo por que no me guste, sino incluso como forma de rebeldía. Y sin embargo me he dado cuenta de que sigo buscando la aprobación social, aunque sea en pequeños detalles.

Pero de lo que si me he dado cuenta es que hay diferencias en cuanto a donde y como busco la aprobación social: A veces lo hago en contra de lo que realmente siento, y otras lo hago reforzando aquello que siento, esperando ser aprobado por aquello que soy, y no por lo que pueda fingir ser o pensar. Ello me ha hecho pensar ¿Y si hay una aprobación social "buena"?

Somos animales sociales, así que quizás si que necesitamos el visto bueno de la sociedad. Solo que en lugar de adaptarme a los demás, quizás baste con buscar a aquellos que aprueban lo que soy. No solo los que lo acepten, que me respeten a pesar de lo que soy, sino aquellos que me aprueben, que me respeten y animen justo por ser lo que soy.

Creo que esto es así, y que eso significa buscar a más gente como yo que pueda apoyarme de esta manera. Este blog es un comienzo, y me hace pensar que voy en la dirección correcta. Por que si logramos la aprobación social por ser lo que somos, quizás entonces logremos hacernos más fuertes a la hora de luchar por lo que queremos ser.

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