viernes, 15 de agosto de 2014

Sentido de la vida y transhumanismo

¿Cual es el sentido de la vida? Es algo que a veces se busca como respuesta a esos anhelos que tenemos. Yo creo que no tiene ninguno más allá de vivirla y disfrutarla en la medida de lo posible. Y partiendo de esta premisa, podemos llegar a la siguiente conclusión: No hay una forma incorrecta de vivir la vida.

Parece una conclusión obvia, pero a la vez parece difícil de aceptar a tenor de lo mucho que la gente critica a los demás o incluso se siente insatisfecho con su propia situación: Que si te gusta una u otra clase de persona, que si te va mejor o peor en el trabajo, que si tienes o no tienes pareja, o esta pareja es de tal o cual manera, que si tu círculo social es este o aquel,... Lo cierto es que a pesar de la conclusión anterior se diría que hay una forma de vida "ideal" a la que todos deberíamos de aspirar, y en donde supone que no encajar con dichos patrones es síntoma de que algo va mal.

Ahora que ya he dicho esto, y que quien lo lea puede pensar que hay que desprenderse de prejuicios y aceptar las ideas que cada uno tenga, es hora de exponer una de las más raras de las mías: El transhumanismo: un concepto filosófico que busca superar la naturaleza humana con ayuda de la ciencia.

En concreto mi apuesta personal es por la transferencia mental, que consiste en transvasar la conciencia a un sistema informático. Seguramente lo hayáis visto en ciencia ficción, en películas como Tron. Se trata de que la persona "entra" dentro del ordenador, pudiendo vivir en mundos virtuales en donde todo es posible y los problemas del cuerpo humano (envejecimiento, dolor, hambre,...) desaparecen.

Siendo más específicos, la idea consiste en traspasar la información existente en el cerebro al ordenador, y luego simular el funcionamiento de la mente de tal manera que esa copia "piense" y actúe como la persona. Por que no nos engañemos, se trata de una copia. La idea es: creamos la copia y eliminamos el original, generando la "ilusión" de haberla transferido a la máquina. La copia tiene los pensamientos del original, así que se siente como tal, y no como una persona nueva.

Esto puede parecerle inaceptable a mucha gente, sobre todo a aquellos que crean en la existencia del alma, pero para mi no tiene importancia. Una vez das por hecho que no somos más que átomos y que la conciencia no es más que recuerdos almacenados, una copia de esos recuerdos tiene para mi la misma validez que el original. Si aún así no lo aceptas, no pasa nada, simplemente quería explicar mi punto de vista.

En fin, todo esto no serían más que desvaríos de otro chiflado de la ciencia ficción si no fuese por que creo que eso lo veremos en funcionamiento en la primera mitad de este siglo, teniendo incluso idea yo de promoverlo, si fuese necesario. El campo en el que trabajo: el aprendizaje, puede aportar bastante tanto al conocimiento del cerebro humano como al desarrollo de la inteligencia artificial, campos ambos necesarios para el desarrollo de estas tecnologías.

La cuestión es que todo esto en lo que creo, el futuro con el que sueño, afecta a mi presente de manera importante. En cierto sentido sacrifico mi presente en beneficio de este futuro. Al creer que esto será posible, y que por tanto tengo cientos de años de vida por delante, desprecio un poco estos momentos: mi juventud, las actividades sociales,... y doy mucha más importancia de lo habitual a mi trabajo.

Se que todo esto puede parecer raro, y para muchos de vosotros, un error. Pero para eso empecé como empecé el artículo: Es mi vida, y no hay forma incorrecta de vivirla. Es en lo que creo, y no podría actuar de forma distinta aunque quisiese.

Dicho esto quiero que os fijéis en una cosa: el futuro con el que sueño, el futuro que espero y que trato de alcanzar; el futuro que espero que cierto día sea mi vida, mi forma de vida, es un mundo virtual en el que pueda ser lo que quiera y como quiera. Y cambiar, y vivir en distintos mundos y con diferentes personas, y siendo diferentes personas, con diferentes apariencias y diferentes habilidades....

El sentido de mi vida es, por tanto, un interminable juego de rol.

2 comentarios:

  1. Pero ¿no crees que hay una similitud entre la espera del transhumanista y la del creyente? La estructura es muy parecida: sacrifico mi vida en este mundo con la esperanza de una vida mejor en otro.
    Dices: “En cierto sentido sacrifico mi presente en beneficio de este futuro. Al creer que esto será posible, y que por tanto tengo cientos de años de vida por delante, desprecio un poco estos momentos: mi juventud, las actividades sociales,... y doy mucha más importancia de lo habitual a mi trabajo.”
    Leyendo este párrafo no pude evitar acordarme de aquello de los mártires del islamismo y sus variadas y virginales recompensas.

    Por otra parte, no se me ocurre qué impediría que ese otro mundo virtual tuviera también un orden, una estructura incluso más rígida que la de este mundo “real” que dificultara de alguna manera el “cambiar, y vivir en distintos mundos y con diferentes personas, y siendo diferentes personas, con diferentes apariencias y diferentes habilidades.” Se me vino a la cabeza la triste imagen de una silla en un rincón de un almacén; una silla condenada a recordar su vida humana anterior por cientos de años. ¿Con qué otro mundo soñaría esa silla?

    Yo no sé si el transhumanismo es bueno o es malo, si es un error o un acierto. Pero sí creo que es una filosofía que busca dar una respuesta contemporánea a la eterna insatisfacción humana. ¿Cómo llenar el vacío que significa vivir? Ojalá esta fuese la respuesta.

    Te dejo un poema de Russell Edson que recordé mientras leía tu post.

    “A Chair

    A chair has waited such a long time to be with its person. Through shadow and fly buzz and the floating dust it has waited such a long time to be with its person.
    What it remembers of the forest it forgets, and dreams of a room where it waits – of the cup and the ceiling – of the Animate One."

    Es un alivio que las sillas también tengan algo (o alguien) con quién soñar…

    Un saludo.

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    1. Hola, aquí hay varias cuestiones a las que contestar.

      -En primer lugar, no todo el transhumanismo es como lo planteas. Uno puede declararse transhumanista por tan solo estar a favor de las prótesis artificiales.

      -Pero si, mi caso concreto coincide con lo que dices. No puedo distinguirme de forma alguna de un creyente. He estado buscando argumentos pero no los encuentro. Realmente se trata de una creencia en cierto sentido: La creencia de que el alma no existe y de que no hay mayor relación entre el "yo" del pasado y el "yo" del futuro, que la que hay entre mi y una copia mía.

      -Puedo aceptar lo que dices de los mártires del islamismo incluso, con la salvedad de que yo no me voy a poner una bomba ni a hacer daño a nadie, más allá de a quien pretenda que yo cambie. Por esto me importa contar esto, por que estoy bastante seguro de que no voy a cambiar en estas ideas.

      -En cuanto a que impediría que el mundo virtual tuviese una estructura determinada, nada lo haría. Pero puede haber más de un mundo virtual, y obviamente yo entraría en el que más me interesase. De hecho mi intención es diseñarlo yo mismo. ¿Podría ese mundo cambiar a posteriori? Si. Pero igual que este puede cambiar. En nuestro mundo en cualquier momento puede haber una guerra y sufrir problemas y penalidades. No existe un lugar carente de riesgos.

      -En lo que si voy a discrepar es en que busco llenar un vacío. Más bien en mi caso es lo contrario: Esta filosofía me crea un vacío. Tengo el anhelo de que llegue cierto momento en el futuro. Si no creyese en esto seguramente podría vivir más en el presente y resolver este problema. Pero no puedo. Es como si a un transexual le pides que se sienta del sexo del que nació, o a un homosexual le pides que se sienta atraído por el sexo opuesto. Así de fuerte es mi convicción.

      Para mi la vida real es ser virtual, igual que para una mujer transexual su vida real es el ser mujer. Me di cuenta hoy reflexionando sobre ello, dado que recordé que ya en 7º de EGB (2º de ESO) tuve estas ideas. Nos pidieron hacer un dibujo de lo que queríamos ser de mayores, y yo me dibujé como científico, pero con un robot al lado. Y me plantee la idea de trasladar mi mente a ese robot. Fue tan relevante esa idea que incluso le pregunté a mi madre sobre algo así.

      En resumen: No trato de convencer a nadie de que esta idea es correcta, tan solo de que es mía. Que forma parte de mi persona y que nadie puede esperar que la abandone. Esto es algo relevante sobre todo de cara a una relación de pareja, y por ello seguramente lo trate de nuevo en el futuro.

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