viernes, 31 de octubre de 2014

Es solo un día

Era solo un día, así que no pasaba nada si me lo perdía. Pero a medida que se aproximaba iba ganando importancia. Quizás por las cosas que se proponían para aquella fiesta, o por lo que decía la gente que iba a ir, y que a mi me importaba. O simplemente por saber ya que no iría, que no era posible.

Había tomado la decisión cuando me importaba poco. Si en aquel momento me hubiese importado más, quizás hubiese sugerido la posibilidad de marchar al pueblo un día después. Pero en aquel momento no parecía importante, y a medida que lo sentía más importante, también parecía más inapropiado proponer un cambio de fechas.

Había tomado la decisión por que hacía mucho que no iba al pueblo y me sentía mal por mi padre. La verdad es que ese fin de semana lo tenía más o menos despejado y no sabía cuando volvería a tener otro así. No quería decirle nada de este día por que no quería que tuviese que adaptarse a mi. Al principio no era importante, y si él quería pasar más tiempo en el pueblo no quería tener que hacerle cambiar de planes.

Supongo que no era tan importante para él, pero en principio tampoco lo era para mi. Siento que no es más que un capricho, y no quiero molestar por ello. Y entonces mi hermana menciona Halloween y mi padre opina que es una tontería traída de EEUU. Y eso hace que me plantee si he hecho esto por convicción o si simplemente no me he atrevido a plantear lo que realmente quería por que de alguna manera me avergonzaba lo que pudiesen pensar.

Mi padre se queja con cierta frecuencia de que no pensamos en él. De que el se sacrifica por nosotros y que "las nuevas generaciones" somos demasiado egoístas. Y puede que tenga algo de razón... en parte. Llevo toda esta semana sin poder terminar el trabajo que tenía planteado para el lunes. Y aunque mis socios no me metan prisa, debería de tenerla yo por que avanzar con ello sería la manera de poder alcanzar la independencia económica y poder asumir responsabilidades. Y el problema no es el haber abusado demasiado de mi tiempo libre, sino no haber aprovechado el tiempo que he tenido para trabajar, quizás afectado por esta clase de pensamientos.

Es triste, pero tengo la certeza de que cuando por fin consiga mejorar la calidad del producto y haya suficientes ingresos, entonces podré aportar más y aún así trabajar menos, y con todo me sentiré menos culpable. Y mientras tanto ahora, que trabajo más y disfruto menos, y que preparo el camino hacia dicho futuro, es cuando me siento culpable.

Por que si, me siento culpable. Me siento culpable por trabajar poco o por no darle la suficiente importancia a mis sentimientos. Me siento culpable por el capricho de querer quedar este día, y también por no expresar estos sentimientos a mi padre. E incluso por estar escribiendo esto ahora en lugar de terminar lo que tengo que hacer, y también por no haber escrito otros artículos esta semana por el motivo contrario.

Hace un momento entró en mi habitación y me preguntó si "quería hacer algo esta tarde", como preocupado, por que mi estado debe de ser evidente. Pero no es que quiera hacer algo durante unas horas, sino que me gustaría poder quedar hasta mañana. Y no gano nada de entre salir dentro de una hora o dentro de tres, dado que a penas aprovecharía el tiempo.

¿Sabéis esa situación clásica en donde un hombre se queja de que su novia o mujer se muestra enfadada o apática pero no le dice exactamente lo que quiere y espera que el lo adivine? Un poco así me siento yo ahora. Y no es la primera vez que me siento "fuera de lugar". En conversaciones entre chicos, quejándose, o hablando de si las mujeres son complicadas. Y yo no puedo evitar pensar que esa forma de ser no me es ajena. ¿tan anormal es esto en los hombres?

Me siento infantil con estos sentimientos, por que realmente nada de esto es realmente importante, y el año tiene muchos días, pero lamento de veras no estar hoy con algunas personas.

Aún así esto no me molesta. A veces parece que todo lo que nos disguste es algo malo que se debe de evitar. Pero por mi parte siento que esta clase de emociones me muestran lo que realmente me importa, lo que aprecio. Si me diese igual perderme este día, sin apenas sentirlo, me parecería una situación mucho más triste.

domingo, 26 de octubre de 2014

Cutie marks

Conocerte a ti mismo consiste en saber en que te diferencias de los demás. Eso hace que en una sociedad que apuesta por la "normalidad" sea muy difícil aprender sobre ti. Asumimos que somos como los demás para sentirnos integrados y eso nos hace ignorar u ocultar las cosas que nos hacen especiales.


Tener habilidades especiales está relativamente bien visto, pero incluso en esos casos hay gente que prefiere ocultarlo por miedo a destacar y a ser rechazado por los demás. Dado que no animamos a la gente a mostrar sus diferencias y virtudes, el que lo hace queda automáticamente fuera del grupo y expuesto a la envidia ajena. Creo que un pensamiento que podemos tener a veces es: "Si yo he sabido ocultar lo mio ¿con que derecho muestra él lo suyo?". Convertimos entonces el acto del otro en una forma de histrionismo que debemos criticar.

No es que la gente actúe con maldad, sino que partimos de errores filosóficos de base. Un error que cometemos de partida es suponer que hay personas normales, y personas que se salen de la norma. En realidad lo que está dentro de la norma o no son características concretas que podemos tener, pero son tantas las características que tenemos que es prácticamente imposible que ninguna de ellas se salga de la norma. Lo que ocurre es que si presuponemos que hay personas normales y que eso es lo apropiado, trataremos de disimular aquello en lo que no lo somos. Así que muchas de las personas que parecen "normales" probablemente solo estén ocultando aquello que les hace diferentes.

Creo que tendríamos algo que aprender de la sociedad de My Little Pony, dado que en ella se apuesta de forma activa por descubrir que te hace diferente. Todo pony lleva en su costado un dibujo llamado "cutie mark" que representa lo que le gusta o se le da bien. No nacen con ella, sino que deben descubrirla al llegar a cierta edad, y creo que sería bueno que en nuestros colegios también apostásemos por hacer algo parecido. No hablo solo de habilidades, sino de cualquier cosa que nos haga distintos.

En este aspecto quizás fuese interesante apostar en las escuelas por los juegos de rol. Que los niños aprendiesen a interpretar distintos roles, tanto para aprender a respetarlos como para descubrir en ellos cosas que les gustan. Descubrir que hay diferentes rasgos y que pueden sentirse más a gusto con unos que con otros.

Naturalmente esta idea puede tener muchos inconvenientes, pero lo importante es ir creando en los niños la conciencia de la diversidad, de la suya propia y de la de los demás. Del respeto a esta diversidad a través de la comprensión de que todos tenemos cosas particulares, y que estas no nos hacen ni mejores ni peores, tan solo distintos. Generando en ellos la curiosidad por descubrir como son cada uno y que les hace especiales.

viernes, 24 de octubre de 2014

¿Asexualidad? ¿demisexualidad?

Me parece interesante a veces reinterpretar mi vida bajo nuevas perspectivas. Sean correctas o no permiten ver cosas que no había visto antes. Creo que aceptamos por defecto una perspectiva común que no tiene por que estar acertada, y que igualmente nos hace equivocarnos acerca de como somos o lo que sentimos. En este caso he estado buscando información sobre asexualidad, que definen como la ausencia de atracción sexual, y de paso he leído sobre la demisexualidad, que sería sentir atracción sexual solo con personas con las que se establece un vínculo emocional.

Recuerdo que hace unos años mi hermana planteo que yo tenía bajo interés en el sexo como uno de los rasgos para identificarme dentro de cierto tipo de personalidad. Una de las cosas que me hizo discutírselo es que por principios no creía que ella pudiese presuponer mi interés o falta de él en base a mi comportamiento, dado que el tener interés por el sexo no significa tener que priorizarlo, y en ese momento podía yo tener otras cosas más importantes. Así que plantee que yo si tenía interés dado que me sentía atraído por chicas y me masturbaba.

Pero lo cierto es que esto demuestra bien poco. La excitación sexual es físicamente placentera independientemente de sientas atracción sexual o no. Y el caso es que mis fantasías no siempre incluyen prácticas sexuales, y cuando lo hacen, parece algo secundario. Ese tema daría para otro artículo que si llego a atreverme escribiré más adelante. No es cómodo para mi tratar estas cosas, pero sentir que las oculto también me desagrada, como si estuviese haciendo algo mal que no debo confesar.

El caso es que ya he tenido problemas por esto. En la única relación que tuve hicimos roleplaying por Internet ¿sabéis lo que dicen de que el porno de mujeres debe de acabar en boda? Bueno, pues yo quería algo parecido: rolear toda la parte del romanticismo, y no me sentía a gusto yendo directamente al sexo. Esto encaja con lo que he leído de la demisexualidad, que requiere de un componente emocional para poder sentir atracción sexual.

O quizás no he sentido nunca atracción sexual realmente. En estos sitios definen la atracción sexual como el deseo de contacto sexual con una persona específica. ¿he sentido eso alguna vez? Es difícil de decir. Me llaman la atención las características físicas femeninas: la cara, los pechos, las piernas,... pero no suelo pensar más allá: en el contacto íntimo. Incluso en mis fantasías es muy difícil que piense en una persona en la que conozco, aunque eso puede deberse a que establezco algún tipo de filtro. Es cierto que siempre que voy a pensar en alguien conocido, me lo "prohíbo" y paso mi atención a otra situación, o a algo puramente imaginario. Por tanto ¿no siento esa clase de atracción, o puede que la censure?

Si he visto que en ocasiones lo que siento es atracción emocional. Es difícil de distinguir, pues la atracción emocional puede estar basada en criterios físicos, dado que estos a veces te pueden dar información de personalidad. Pero hay casos que son claros para mi, como la atracción que puedo sentir hacia ciertos hombres. Como siempre hay diversas interpretaciones posibles para esto, desde que tengo cierto grado de bisexualidad hasta que soy asexual y confundo la atracción emocional con una atracción sexual que nunca he llegado a sentir.

Hay cosas que si se: Innegablemente me atrae el cuerpo femenino, aunque no podría concretar a que nivel se da esto. Incluso para mi mismo me atrae la idea de tener un cuerpo más femenino. A la hora de pensar en actividades sexuales siempre me concentro en el cuerpo femenino. En ocasiones he imaginado el sexo tanto siendo yo hombre como mujer, y no me cuesta hacerlo tampoco pensando en mi mismo como mujer, tanto suponiendo que mi pareja sea una mujer como un hombre, aunque prefiero el primer caso. Sin embargo no puedo imaginar el sexo con otro hombre, siendo yo hombre. No es que me desagrade sino que no pasa de ser una imagen estática.

En resumen, requiero que en esa situación haya al menos un cuerpo femenino, sea el de mi pareja o el mío propio. Creo que la situación que más me atrae es que ambos lo sean. Por ello no creo que se trate de bisexualidad, dado que no veo atracción sexual hacia el cuerpo masculino en absoluto. De nuevo, lo que si puedo es sentir atracción emocional. Recuerdo una conversación en un sitio de citas por Internet en donde un chico se empeñó en explorar la posibilidad de que yo fuese bisexual. Me mantuve firme en que no lo era, pero le dije que no tenía problema en que siguiese hablando. El decidió insistir por un par de días hasta darse por vencido y lo curioso es que recuerdo haber pensado en lo mal que lo estaba haciendo, que si en lugar de concentrarse en mi sexualidad hubiese buscado hablar de mis aficiones, seguramente me hubiese atraído más.

¿Es esto así? ¿Si un hombre mostrase un carácter compatible y mis mismas aficiones, y estuviese a gusto con él, podría llegar a interesarme como pareja? Estoy seguro de que si... pero solo hasta llegar al sexo. No puedo descartarlo, pero como ya he dicho no soy capaz de visualizarlo, y sin embargo se que no tendría problema en dar ningún paso anterior siempre y cuando conectásemos emocionalmente.

En fin, es un tema complejo por que hay una infinita variedad de posibilidades y puntos intermedios. Pero cuando tuve aquella relación, si yo no estuve a gusto imagino que la otra persona tampoco, así que me gusta ver un poco más allá para no cometer los mismos errores. Entender lo que quiero me parece importante para no engañarme ni engañar a nadie.

jueves, 23 de octubre de 2014

Como una veleta

El número de aplicaciones que he empezado a desarrollar lo atestiguan: soy como una veleta. El motivo quizás sea que me muevo por emociones, aunque nunca lo haya visto así antes. Hace un par de semanas volví a hacer lo mismo. ¿Sabéis que me iba a centrar en exclusiva en hacer un juego? Bueno, pues ya no es así. El juego sigue, no os preocupéis ;), pero ahora paso a darle prioridad a una aplicación de japonés que desarrollé hace un año.

Todo comenzó por una rectificación que unos usuarios me pidieron hacer a esta app. Diciéndome cosas como "will make a lot of people happy" no me pude resistir. El caso es que tras ver muchos comentarios positivos sobre la app, cosas como "Simplemente increíble amo esta aplicación", o "La mejor app para un otaku", o "Nice we can learn easy, I like it",... bueno, digamos que yo no carezco de vanidad.

El caso es que me dio pena no estar haciendo nada por mejorar una aplicación con grandes carencias, pero por la que mucha gente mostraba interés. Más aún, me puse a soñar con la posibilidad de comenzar a comunicarme directamente con los usuarios, a través de mi avatar: Arya (que por cierto, he retocado un poco). Fantasear con la idea de que este personaje pudiese ganarse las simpatías de los usuarios, e incluso hacerse popular y ganar "fans" ;) ¿necesidad de llamar la atención, quizás?

Además de todo esto he de reconocer cierto miedo con el proyecto del juego. Había establecido márgenes de tiempo demasiado ajustados, pero sobre todo temía que me diese mucho trabajo una vez comenzase a funcionar. La cuestión es que durante varios días estuve pensando en como plantearles este cambio a mis socios. No quería parecer alguien indeciso y cambiante, que se deja llevar por las emociones del momento. Tenía argumentos racionales para el cambio: Esta es la aplicación que está dando beneficios, y se supone que con un pequeño impulso podría crecer. Hay aplicaciones por encima de ella y se ve que con subir unas pocas posiciones las descargas se multiplican.

Pero según buscaba la manera de plantear argumentos racionales me pregunté ¿por que he de hacerlo así? Si lo que me mueve en esta dirección son emociones ¿por que no ser sincero? Nos acostumbramos a ocultar la realidad por miedo a la imagen que los demás puedan tener de nosotros. Pero en este caso ¿que era lo peor que podría pasar? No me pueden echar, no pueden prescindir de mi ¿Que me dijesen que no? Bueno, como se suele decir, el "no" ya lo tenía.

Así que opté por esta vía: Expresarlo emocionalmente. Al fin y al cabo lo que siento es importante, pues el estado emocional es bueno para trabajar bien. Además, lo que sentía no era ajeno a la lógica. Quería trabajar en ello por que mucha gente lo agradecería. Y de hecho se ve en que la app genera ingresos. Pero sobre todo está la cuestión de que si a mi me están influyendo los sentimientos, no tiene sentido que lo disfrace de pensamiento objetivo.

Al final ellos lo vieron y decidieron, y a pesar de estar expresado de manera emocional me dieron el visto bueno. Y lo cierto es que no por ser el mundo empresarial tendrían por que dejarse de aplicar las mismas reglas de sinceridad. No hay razón por la que esta no sea una forma válida de hacer las cosas.

Así que aquí estoy, trabajando muy ilusionado por intentar conectar emocionalmente con los usuarios de esta app, y con curiosidad por ver que tal lo reciben y cuanto puede crecer. Y no negaré que me entusiasma la idea de presentarme como Arya. Al fin y al cabo así soy yo,  con ganas de hacer cosas que la gente agradezca, pero en cierta medida por recibir la atención de la gente y dar rienda suelta a esa parte de mi que quiere resultar adorable, al tiempo de también aportar este trabajo de manera caprichosa en función de mis emociones de cada momento.

Bueno, supongo que así es cualquier hada ¿no?

martes, 21 de octubre de 2014

Muchas pequeñas cosas

Hay cosas que es difícil expresar con palabras, y esta en concreto me está costando. Digamos que no tengo grandes sufrimientos ni grandes placeres, lo cual es una ventaja, dado que lo malo en seguida se me pasa, mientras que en lo bueno disfruto mucho de cualquier tontería. Este fin de semana, sin ir más lejos, me encantó una partida de rol de Sailor Moon (bueno, un equivalente genérico), y fue todo por detalles tontos.

Sin embargo le veo un inconveniente a la hora de contarlo. No tengo grandes cosas a nivel emocional que transmitir, sino un montón de pequeños detalles insignificantes por si solos. Con lo negativo es un rollo por que si me diese por expresarme cada vez que lo siento parecería que estoy todo el día quejándome. Pero con lo positivo es aún peor, pues temo que sean difíciles de entender esas tonterías que a veces me hacen feliz. De alguna manera no me resultan creíbles ni a mi mismo, y eso solo cuando las consigo identificar.

Por ejemplo, ya he dicho que me gustó la partida de Sailor Moon. Pero si entro en detalle, me costaría explicar el por qué. Y eso es un tema importante si quiero poder repetir la experiencia. Fueron muchos detalles, algunos ajenos al rol. La verdad es que apenas he visto Sailor Moon, y me encantó enterarme de lo mucho que se parece Sailor Mercury a mi, al menos en cuanto a lo que me contaron. Y también me gustó que aunque no había visto Sailor Moon, si que había visto otra serie que se mencionó: Tokyo Mew Mew. También por detalles como poder escribir el nombre de mi personaje en japonés (Hanako Nakagawa: 中川 花子). Por que se decidió que era superdotada y la habían subido de curso, y al final era la menor de las tres, y en my opinión más adorable (de trece años). Por que un compañero con el que tengo cierta "piquilla" llevaba a otro personaje que era mi antítesis, y me hacía la vida imposible (sin mala intención).

Por que se rolearon momentos cotidianos de los animes, como el de la comida en la propia aula. Porque el hermano menor de esta compañera vino a traerle a ella la comida (que se había despistado) y pude exclamar ¡ay, que lindo! Por que me pusieron a hacer deporte y ahí no era muy buena. Por que me quedé al margen de la "misión de reconocimiento" por ser demasiado joven, y por que lo hice en una cafetería, tomando un batido, pero dando soporte "técnico" desde mi ordenador. Por que luego fui corriendo cuando hizo falta, y fui la única que no recibió palos de la vieja de un poblado por saber callar la boca y pedir disculpas de manera educada.

Por que pude ayudar a mis compañeras cuando me requerían emocionalmente, y que esa forma de apoyarnos influyese tanto como la pelea en si. Por que pudimos rescatar a las chicas capturadas. Por que algunas personas de otras mesas miraban cuando decíamos ciertas cosas relacionadas con el juego. Por que me atreví a decir desde el primer momento que a mi me apetecía esa partida y mostrarme emocionado, o al menos decidido. Ah, y por que sabía quien era Tuxedo Mask. Y por que mientras un montón de chicos fuertes y rudos se fijaban en mis compañeras, más atractivas, un chico bajito y enclenque se fijó en mi,...

¿Tres párrafos han sido suficientes para dejar clara la idea? Son un montón de detalles. Un montón de pequeñas cosas que me emocionan. Y en algunos casos ni entiendo por qué. No sabía ni si escribirlo en el blog. Pero me pareció que era la mejor manera de expresarlo. Este es el ejemplo de esas pequeñas cosas que no puedo compartir por el simple hecho de que es demasiado, y demasiado confuso, aunque me gustaría.

Y con lo negativo igual. Me gustaría poder expresarlo, y esto sería más fácil, ya que no es tanto. Pero temo que se malinterprete, por que no es que realmente tenga grandes sufrimientos, sino que son pequeños detalles que en realidad ni me molestan y se me pasan enseguida. Y si me gustaría compartirlo no es para buscar consuelo, ni que la gente se comportase de forma distinta conmigo, sino por que a veces lo que me duele me demuestra lo que me gusta. Por que lo que me afecta suele mostrar aquello que estaba deseando, y las personas que son importantes para mi.

viernes, 17 de octubre de 2014

Contra la cultura del esfuerzo

Hace un par de días se me mojó la ropa que tenía tendida. Me dijeron "cuélgala fuera, que hace buen día" y por la noche llovió. El verdadero problema no está en el dejarla fuera, o el error de quien me lo recomendó, sino en el motivo por el que seguí ese consejo contra mi intención original.

Suelo colgar la ropa dentro por que así lo hago sin pinzas y me da menos trabajo, además de por precaución ante la posibilidad de lluvia. Pero cuando me dijeron que la colgase fuera lo primero que pensé es que me costaría más trabajo, y me sentí culpable. He asumido que el no querer hacer cierto trabajo es motivo para avergonzarme, y ese problema llega hasta tal punto que termino por hacer cosas con el único motivo de hacer dicho esfuerzo, aunque no sea la mejor solución.

La presión social nos influye a veces de esta manera, y es necesario reconocerlo para rectificar. La capacidad de esforzarse es una virtud, sin duda. Pero eso no significa que debamos hacer todo con esfuerzo. Recuerdo cuando me enteré de la existencia de las neveras combi, con el congelador debajo y las cosas más habituales a una altura más accesible. Comenté que esta disposición me parecía una buena idea, y de nuevo se rieron de mi por "no querer agacharme".

Este tipo de cosas te acaban por influir. De hecho son realmente mecanismos de control social. Para que una cultura social se mantenga requiere que sus miembros se influyan mutuamente para corregirles cuando se salen de la norma social. Esto no está mal a la hora de evitar conflictos, pero en ocasiones se tratan de conceptos obsoletos o simplemente estúpidos que no ayudan a nadie.

Hay una percepción generalizada de que las cosas que merecen la pena cuestan. Por ejemplo, a la hora de aprender un idioma. Como sabréis trabajo en ello y de lo que me he dado cuenta es de que aprender un idioma puede costar, si, pero no esfuerzo, sino tiempo. Cuando requiere esfuerzo el aprender es por que se está haciendo algo mal.

Por que al final ¿por qué tenemos que esforzarnos para realizar las cosas? Si se trata de músculos el esfuerzo es un aviso de que estamos llegando al límite de nuestras capacidades. El que nos cueste no es una forma gratuita de entorpecernos, sino una señal que evita que acabemos por lesionarnos al hacer un esfuerzo excesivo.

Lo mismo con el esfuerzo mental. Este se da cuando nos aburrimos (por que la tarea es demasiado sencilla) o nos estresamos (por ser demasiado compleja). Si logramos un punto intermedio, podremos hacer la tarea con mucho menos esfuerzo. Decir que un niño no aprende por que no se esfuerza es una manera de evitar señalar los errores del método y desde luego eso no parece buena idea.

Así que por mi parte mi filosofía es tratar de alcanzar mis objetivos con el mínimo esfuerzo, dado que el esfuerzo es la herramienta, no el fin en si mismo. Y lo siento si la gente cree que he tomado el "camino fácil". Si, lo he hecho, y siempre lo haré. Pero siempre con el objetivo de alcanzar mis metas, no huyendo de ellas por no hacer esfuerzo, que es el verdadero error.

Al final merece la pena que se te moje un poco la ropa para darte cuenta de las cargas innecesarias que has asumido.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Debates filosóficos

Abro este artículo con intención de animar al debate y la comunicación. Dado que varias personas me han hablado ya de su interés en comentar distintas cuestiones, debatir o filosofar, quería hacer la propuesta de una manera más formal.

En primer lugar está el como y el cuando. En algunos casos lo mejor sería quedar a tomar algo y charlar tranquilamente. Yo por mi parte tengo bastante flexibilidad. Alguna otra persona me ha comentado de hacer algo por Internet, lo que no es incompatible con lo anterior. Cada uno que plantee lo que mejor le venga, y yo al menos me apunto a todo ;).

Por otro lado está el tema del que debatir. Al menos a mi me vendría bien llegar ya ahí con una idea en mente, por que me cuesta pensar en cosas sobre la marcha y se puede terminar dedicando más tiempo a escoger un tema que a debatir sobre él. Hay varias ideas de las que hemos hablado ya, y se pueden plantear otras nuevas.

Por mi parte un tema que me interesa es el de la construcción social de los sexos, que es construido y que no, y sobre todo que es impuesto y que nos es más propio. Creo que algunas cosas aunque se desarrollen por influencias culturales terminan siendo parte de nosotros, mientras que otras las asumimos a pesar de ser un problema para nosotros.

Aquellos interesados podéis comentar aquí directamente vuestras preferencias o mandarme un mensaje privado (jaime@legendarya.com). Dado que no tengo mucha experiencia con esto de tomar la iniciativa en actividades sociales, avisadme si se me ha pasado algo que proponer o comentar ;)

martes, 14 de octubre de 2014

¿Que busco en una relación?

Hay diversas cosas que hecho en falta, y que creo que podría dármelas una relación. Como ya he mencionado anteriormente, lo único que he tenido hasta el momento es una relación por Internet, y de lo que me he dado cuenta es que no estaba siendo justo con la otra persona por que yo mismo no sabía exactamente lo que quería. De hecho es probable que algunas de estas cosas las pueda conseguir sin una relación de pareja.

Lo que hecho en falta es:

  1. Alguien con quien compartir ideas: La verdad es que me siento aislado, sobre todo en el ámbito laboral. En otras personas puede no ser tan importante, pero yo trabajo en lo que me gusta, y mi trabajo tiene gran parte de mis sueños y deseos. Y no poder tener a nadie que me apoye en ellos me hace sentir inseguro. Me gustaría conocer a alguien como yo, con mis mismas inquietudes. Con proyectos compatibles y creativos que podamos compartir e incluso colaborar en ellos, apoyándonos mutuamente. Esto es muy importante para mi.
  2. Que disfrute con mi lado femenino: Muchas mujeres buscan a hombres masculinos. No es solo algo que toleren, sino que les gusta eso en ellos. A mi también me gustan las chicas que son femeninas, y disfruto con esa forma de ser. Y de igual manera me gustaría tener a una persona que disfrutase de esta faceta mía, y que no solo me lo hiciese saber sino que incluso me incitase a ser así, dado que eso me ayudaría a valorarme.
  3. Que escuche mis tonterías: Me gusta la gente que sabe escuchar, y me gustaría tener a alguien con quien poder hablar de cualquier cosa y saber que le gusta oír lo que digo, por tonto que sea. Que me aleje de mi introspección y me trate como a un niño. Que le parezca tierno y adorable y sienta compasión por mi, descartando mi lado más racional.
  4. Que comparta mis gustos: Con quien poder ver las series y películas que más me gustan, tumbados juntos en el sofá. Y poder hablar de ellos cogidos de la mano. Que pueda apreciar lo mismo que aprecio yo y que pueda mostrarme cosas similares que también le gusten a ella.
  5. Que pueda vivir a través de su imaginación: Me gusta el rol por que puedo vivir emociones reales a través de él. Habrá gente a quien le parezca triste que viva jugando cosas que no vivo en la vida real, pero si me emocionan ¿no es eso lo importante? Pues me gustaría tener a una persona capaz de sentir lo mismo, y que por tanto disfrute tanto como yo interpretando personajes, y que podamos jugar juntos y crear vínculos con nuestros personajes en los juegos y  emocionarnos con ello.
Como podréis observar pido demasiado. No es fácil encontrar a una única persona que cumpla todo esto. Algunas personas buscan a gente diferente que les complemente, pero como podéis ver yo lo que busco es a una persona muy afín a mi, y eso es muy difícil. También quizás sea posible disfrutar de estas cosas con distintas personas. Así por ejemplo podría encontrar a personas que tengan este mismo interés por el rol, y gente en el trabajo que comparta mis ideas y proyectos, y conocer a otras a las que les guste hablar de tonterías,...

Por ello no se si lo que realmente busco es una pareja, dado que muchas de estas cosas las pueden aportar los amigos también. Pero lo que se es que no me gustaría tener una pareja que no reuniese todos estos factores, pues me daría miedo encontrar posteriormente a alguien que si los tuviese y tener que escoger entre ambas personas.

En fin, el mundo no está pensado para buscar pareja en este sentido. Tiene que existir alguna persona que lo cumpla todo lo comentado, entre los muchos millones que somos, pero no hay forma de encontrarla actualmente. Pero como buen geek que soy confío en que la tecnología solucione esto algún día.

domingo, 12 de octubre de 2014

Ser kawaii

Kawaii es una palabra japonesa que significa "mono" o "tierno", aunque su significado se ha magnificado hasta convertirse en un concepto cultural en si mismo. Probad a buscar "chicas kawaii" en Google images, veréis a un montón de chicas posando con este "estilo". A continuación buscad "chicos kawaii". En esta ocasión lo que hay son sobre todo personajes de anime.

¿Por qué hay más chicas kawaii que chicos kawaii? Al parecer esta clase de actitud o estilo es más propia de las mujeres. Más femenina. ¿Por qué? Mi abuelo tenía una frase que venía a decir "las mujeres tienen que ser guapas. Los hombres, bien parecidos". Su significado era más o menos que mientras en una mujer el atractivo estaba en la belleza, un hombre debería de ser más funcional y destacar por sus cualidades físicas y apariencia responsable y seria.

Supongo que para muchas mujeres eso será más atractivo. Un hombres más fuerte y masculino  quizás sea más atractivo para muchas mujeres. Y para muchos hombres quizás lo sea una mujer más sexy, más "voluptuosa". Pero yo no estoy interesado en lo atractivo ni en lo sexy. Me interesa lo lindo y tierno. Y eso se aplica tanto para mi gusto por las chicas, como para mi mismo.

Sin embargo lo que en las mujeres parece estar bien, en los chicos parece no estarlo. Y de hecho en mujeres es criticado a veces. Por infantilizar a la mujer, por cosificarla, por ser antifeminista,... por hacer que algunas chicas adapten su apariencia solo por el simple hecho de que pueda ser agradable a otras personas. Se supone que está bien que una persona vista como sea, que está en su derecho, y que eso es feminista. Pero parece ya no estar bien si lo hace para atraer las miradas ajenas, por que eso ya es plegarse a los deseos de la sociedad, adaptarse para satisfacción de los demás, cosificarse,...

Si esto ya es rechazado en algunos casos para las mujeres ¿como iba a ser entonces válido en el caso de los hombres, en donde desde siempre ha generado mayor rechazo? No hablo de ser atractivo. Eso si está bien visto y normalizado por la sociedad. Al fin y al cabo se considera una estrategia válida para buscar pareja. Pero en este caso hablo de ser algo lindo, tierno, y los motivos la verdad es que no los tengo nada claros. Como ya he dicho, es algo que en las chicas se ve, y se suele hablar de su "sumisión" al hombre. Pero en los hombres ni tan siquiera se espera un comportamiento así.

Y sin embargo es algo que me gustaría para mi. Me gusta esta clase de apariencia. Me gustan las chicas de apariencia infantil y tierna. Me gusta el estilo kawaii, los gestos y la ropa. Pero me gusta sobre todo la idea de reflejar una imagen hacia los demás. Una imagen que pueda despertar ternura. Pero es un terreno vedado para mi por ser hombre.

No se trata solo de las reticencias de los demás, de las imposiciones de la sociedad. Se trata de que yo mismo ya valoro que el cuerpo masculino no admite las mismas posibilidades desde el punto de vista estético que el cuerpo femenino. Quizás sean prejuicios míos, pero no lo creo. Creo, por ejemplo, que hay ropa que le queda mejor a un hombre y ropa que le queda mejor a una mujer. Es cuestión de gustos, naturalmente, pero desde los míos propios creo que lo que en una mujer puede resultar lindo no tiene por que serlo en un hombre y viceversa. Y esto significa que se recortan las opciones, que hay cosas a las que no puedo optar aunque me gustase hacerlo.

Esto tampoco es tan extraño, pasa en multitud de ámbitos. A veces las cosas simplemente no pueden ser como nosotros queremos y hay que aceptarlas como son. No queda más remedio. Pero al menos viene bien reconocer lo que se quiere, aunque se sepa que no se puede alcanzar. Son muchas las cosas en este mundo que distan de ser ideales, y conocer los propios límites es importante. No hacer como la zorra y decir que las uvas están verdes solo por que no puedes llegar a ellas, por que si niegas la verdad de lo que quieres, niegas la clase de persona que eres y por tanto también te cierras a otras opciones que si están al alcance de tu mano.

Por lo pronto tengo pensado hacerme mis propias camisetas. Aprovechando que estoy empezando a dibujar me gustaría llevar alguna camiseta con mis personajes en ellas. Siempre he llevado la ropa que me regalaban, o la más discreta posible cuando compraba yo. Y es hora de cambiar.

miércoles, 8 de octubre de 2014

La empresa colaborativa

¿Algún abogado o asesor en la sala?

Me gustaría crear una empresa con todos mis amigos, y con más gente. Con cualquiera que se quisiese apuntar. Y que las decisiones se pudiesen tomar entre todos. Y que nadie tuviese responsabilidad ninguna, ni le supiese ningún coste más allá de los que quisiese asumir. Pero que pudiese funcionar a base de pequeños esfuerzos que se pudiesen realizar entre todos.

Me gustaría poder desarrollar así apps o páginas webs, quizás destinadas a la educación infantil, por ejemplo. Que pudiesen participar padres, diciendo lo que necesitan sus hijos, o pedagogos, con los contenidos, o programadores con el código o diseñadores con los gráficos. Que otras personas pudiesen participar en diversas facetas, asesorando en lo que sepan, o con difusión,...

Me gustaría que así se pudiesen generar beneficios, y en lugar de que se los llevasen directivos y socios, que se inviertan directamente en aquellos que puedan aportar algo, primando sobre todo el poder dar ingresos a más gente, a quienes más lo necesiten.

Me gustaría que los clientes tuviesen la oportunidad de participar, y que pudiesen tomar decisiones, y aportar sus puntos de vista, y obtener así el producto que realmente desean. Y todo ello al coste más apropiado, basado tan solo en el coste de producción. Y que viendo esto los clientes, las ventajas para ellos y para los trabajadores, se animasen más a comprar y a difundir estos productos, antes que alternativas más cerradas.

Me gustaría que de esta manera se pudiese reordenar la economía de forma más racional. Produciendo para cubrir las necesidades de la manera más eficiente y aprovechando el conocimiento y esfuerzo de gente que no encuentra trabajo en la empresa tradicional. Dividiendo el esfuerzo y los beneficios entre todos, de manera que menos trabajo signifique más tiempo libre, en lugar de inseguridad. Esto debería de funcionar. Tiene más sentido que el modelo actual, y debería de tener más posibilidades de funcionar.

Quizás sea ingenuo pero como ya he dicho me gusta ser así, así que me propongo intentarlo. Y aquí viene la pregunta ¿Que clase de entidad puede hacer esto? ¿Una asociación puede vender productos y pagar a trabajadores? Por que justamente lo interesante es ese modelo organizativo en el cual todos los asociados deciden y cualquiera puede entrar a participar sin que eso te implique una responsabilidad importante. Y que los beneficios no sean para los asociados, sino para reinvertir en nuevos desarrollos.

Así que la pregunta es ¿legalmente se puede? ¿una asociación puede hacer esto? ¿O existe algún otro tipo de entidad que sirva? ¿Es demasiado complejo a nivel administrativo, o en cuanto a costes de puesta en marcha?

lunes, 6 de octubre de 2014

Síndrome de Peter Pan

No es que tenga exactamente síndrome de Peter Pan, pero si que me siento como si tuviese algo parecido. Sobre todo se trata de no querer asumir las supuestas responsabilidades correspondientes a mi edad. Otra perspectiva es pensar que siempre fui moderadamente responsable, y que lo que ha ocurrido es que no he llegado a evolucionar más allá de eso. Que no he adquirido nuevas responsabilidades.

Por responsabilidades me refiero a cosas como buscar un trabajo más habitual, con un sueldo suficiente al menos como para poder irme a vivir por mi cuenta. El tener casa propia, aunque sea de alquiler, y plantearme crear una familia, empezando por buscar pareja. En general esto no me preocupa. Como me dijo una amiga hace poco, hay que centrarse en ser feliz, y solo tú puedes definir tu vía a la felicidad.

Sin embargo no puedo dejar de sentirme un poco fuera de lugar. No por la compañía o por lo que hago, que no tiene nada de raro, sino por como me siento. La cuestión está en que me siento como una persona muy infantil. No se trata solo de lo anterior, sino de muchas otras cosas, normales para mucha otra gente: nunca he ido a un concierto con amigos, no tengo coche propio, no bebo alcohol, rara vez he ido a discotecas, no he tratado de ligar,... lo cierto es que en realidad ninguna de estas cosas me importan demasiado, pero el caso es que siento que mi experiencia en la vida no ha evolucionado demasiado desde la adolescencia.

Me siento infantil y me gusta sentirme infantil, pero a la vez me incomoda la idea. Es como ocupar un espacio inapropiado para una persona de mi edad. El problema está en que emocionalmente puedo ser una persona más o menos ingenua, pero tengo la capacidad de razonar cualquier situación. Dicho de otra manera, puedo entender cualquier cosa del mundo de los adultos, sin embargo mi falta de experiencia hace que mi forma de sentirlo sea distinta.

Donde más me ha afectado siempre es en el terreno laboral. No soy bueno manteniendo una postura. Podría nombrar a más de una docena de personas que me han decepcionado por no haber sabido valorar realmente lo que me estaban ofreciendo. No es que me engañasen, sino que yo no les podía interpretar adecuadamente. Si a esto le juntamos el que aparento menos edad de la que tengo, el problema se agrava.

De nuevo hace unas semanas me han juzgado como más joven de lo que realmente soy. No es que me queje, pero tampoco es algo que esté aprovechando. Más bien al contrario. ¿Por que la gente se preocupa tanto de no parecer mayor? Supuestamente es por que a más joven, más atractivo, al menos de cara a parejas más jóvenes que tú. Y es cierto que me gustan las personas de apariencia más joven, y mentalidad más ingenua, más o menos como yo pretendo ser. Pero de nuevo vuelve a ser algo tremendamente inapropiado. Me siento como si el buscar alguien así fuese como situarme en una posición en la que pudiese aprovecharme de otras personas.

Así que en resumen, me siento como entre dos mundos, sin saber a cual de ellos pertenezco.

sábado, 4 de octubre de 2014

Cuando la magia sea real

Toda persona sensata sabe que la magia no es real, pero al mismo tiempo muchos aficionados a la ciencia ficción hemos oído eso de "toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia". Bien, pues el software que estoy probando es para mi "magia":


Este es mi nuevo ordenador, que por fin tiene potencia para tirar bien con mi tableta gráfica, así que espero que en breve veáis más dibujos por aquí. Podéis pensar que el dibujar no tiene nada que ver con "magia" ni tecnología, que es solo cuestión de habilidad y práctica, pero si veis dibujos hechos por mí en papel, y lo que estoy haciendo ahora mismo con el ordenador, quizás cambiéis de opinión.

Empezando por usar un modelo 3D, trazos automáticamente optimizados, la posibilidad de borrar y repetir rápidamente cualquier trazo que haga y mil oportunidades más para ajustar bordes, diseños y rellenos, hacen que mis posibilidades artísticas se hayan multiplicado. La verdad es que siempre he querido aprender a dibujar, y ahora mismo estoy bastante contento con esto.Por trabajo voy a tener que practicar bastante, y espero poder ponerme a dibujar algunos de mis personajes de rol, y otras cosas para este blog.

El caso es que me fascinan las cosas que la tecnología puede hacer, desde estos programas de diseño hasta las más avanzadas tecnologías como Kinect u Oculus. Creo sinceramente que en el futuro podremos hacer muchas más cosas, más rápidamente y sin necesidad de una elevada práctica (aunque naturalmente quien más tenga, más podrá hacer). Un futuro cercano en donde nuestra creatividad se desatará.

Así que si, admito con orgullo que creo en la magia.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Cosplay

En realidad el tema es lo de menos, tan solo quería dar una muestra de como funciona mi mente. Me lío en exceso con cualquier tontería debido a que mezclo muchas cuestiones sin importancia. Voy a hablar en este caso de cosplay, pero podría aplicarlo a casi cualquier otro tema y el resultado similar.

El cosplay es una actividad en la que nunca he participado, pero que intuyo que me gustaría. Lo mismo me pasó con el rol, que hasta hace un par de años no comencé a jugar en serio, y sin embargo desde el instituto supe que me podría interesar. Voy a usar un vídeo que me encanta:


No se trata solo del atuendo, sino de todo: El entorno, la actitud, los gestos, la música, la expresión, la sonrisa, la caracterización,... la sensación de libertad.

El problema surge por que debido a diversos motivos veo lejos el momento en el que pueda participar en algo así. Pero como ya digo, no es que pretenda buscar una solución a estos motivos. Es el análisis de los motivos lo que me interesa, para aplicarlo a muchos otros campos. Veamos por tanto estos motivos:
  1. Tiempo y dinero: Es el motivo principal, y el problema es que me impide enfrentarme a mis miedos. No se que coste tiene, pero en este momento no estoy como para andar añadiendo gastos, y en cuanto a tiempo la situación es similar. El problema es que sé que ahora no lo puedo hacer por estos motivos, pero en realidad las emociones que se me desencadenan al pensar en ello son otras, y a esas son a las que quiero enfrentarme.
  2. Inexperiencia: No se nada sobre cosplay. Por no saber, no se tan siquiera si es exactamente lo que imagino. Pero lo peor es probablemente que no se sobre personajes, así que tampoco sabría sobre que caracterizarme. Que podría estar bien. El mismo vídeo anterior: a pesar de conocer el personaje, lo cierto es que no he jugado en serio a ningún juego de Zelda, y por tanto me resulta un poco ajeno.
  3. Vergüenza: Soy una persona muy vergonzosa, así que se que me costaría muchísimo hacer nada en este sentido. El problema es que el resto de motivos no hacen sino agravar este. Cualquier otro problema me causa mayor vergüenza todavía. Lo peor es que se que no iba a poder hacer mucho estando tan nervioso.
  4. Edad: Tengo 33 años. Si, ya se que me diréis que el cosplay se puede practicar a cualquier edad, pero lo cierto es que la mayoría de los que lo practican son bastante más jóvenes ¿no? Y eso me hace sentir fuera de lugar.
  5. Infantil: Relacionado con lo anterior, siento que se me va a criticar por ello. No en este ámbito ni entre is amigos, naturalmente. Pero el no haber asumido a esta edad las responsabilidades que me corresponderían a nivel económico y laboral me hacen sentir como si cualquier cosa que haga que no corresponda a mi edad fuese inapropiada. Esto mejorará en el momento en que mi empresa comience a funcionar. Entonces si que me sentiré a gusto haciendo lo que sea.
  6. Aspecto: He de admitir que no estoy muy a gusto con mi propia imagen. No es algo importante, pero no me resulta una imagen atractiva para mi, y por ello no me satisface en exceso que me vean así. Es una tontería, pero me ocurre.
  7. Ver y hacerse ver: Me he educado para considerar que la apariencia no es lo importante. Pero esa obsesión llega hasta tal punto que rechazo cualquier forma de "apreciación" de la imagen, tanto propia como de los demás. Siento vergüenza por mirar y fijarme en los demás, en su apariencia o en su atuendo, y tampoco me permito desarrollar una imagen propia. Por ello siempre he tendido a usar cosas que eviten hacerme destacar. Y el problema es que gran parte del cosplay es esto.
  8. Motivación: Por último, tengo miedo a enfrentarme a los motivos por los que me interesa el cosplay. Puedo intuir algunas cosas, que tienen que ver con algunos de los puntos anteriores, pero en general me siento como si las razones fuesen oscuras o inapropiadas. Creo que en gran parte se trata de prejuicios que tengo asimilados, como el anterior.
Como ya he dicho, gran parte de esto lo puedo aplicar a muchas otras cuestiones. Y el problema inicial: el del tiempo y el dinero, surgen como una barrera que me impiden experimentar. Supongo que el analizarlo y hablar de ello aquí es una alternativa práctica mientras tanto.