La realidad es que me ven como un monstruo. Es algo que ya sabía, pero que cada poco veo confirmado. Hace poco en un acto de la escuela feminista de Gijón pagado con dinero publico se ha mostrado mi nombre para acusarme de lesbofobia, de falocentrismo y de ser parte de la cultura de la violación.
Captura de la charla, aún colgada en el canal del los servicios de igualdad del ayuntamiento |
- Acusan de lesbofobia a una lesbiana.
- Acusan de falocentrismo a una mujer con disforia genital que quiere operarse.
- Acusan de cultura de la violación a una mujer asexual que nunca ha tenido sexo y que tiene un problema con el contacto físico.
Y todo esto en un acto feminista que se supone que defiende a las mujeres. Pero al parecer yo no lo soy: soy un monstruo al que es prioritario exponer con nombres y apellidos antes incluso que a hombres violadores y maltratadores.
¿Podéis imaginar un momento como me siento? Intentaré explicarlo: Mi problema con el contacto físico no surge de la nada. Tengo miedo de tocar a una mujer por que llevo toda la vida asimilando esta clase de prejuicios. Por que se que la sociedad me asocia con la violación. Evito el contacto físico por que me siento culpable por eso. Lo mismo me pasa con mi disforia genital. Siento un gran asco por tener eso por que se que es lo que la sociedad piensa. Y por supuesto no puedo permitirme sentir nada por otras mujeres, o expresarlo de ninguna manera.
Llevo mucho tiempo recibiendo estos mensajes por parte de la sociedad, pero verlos por parte de feministas en un acto pagado con dinero público lo hace aún peor. Es saber que no estamos avanzando nada.
¿Pero por que me acusan de todo esto? La idea es muy retorcida: Según esas feministas yo quiero tener sexo con mujeres a cualquier precio (recordad, soy una violadora). Para conseguirlo las acuso de ser tránsfobas por que así se sentirán mal y consentirán tener sexo conmigo. Lo cual es ridículo, por que señalar transfobia rara vez sirve para nada, pero aquí estas feministas han decidido que me da el poder de violar. Y además a lesbianas ¿por que no a cualquier mujer? Si realmente tengo ese poder ¿por qué no usarlo con mujeres hetero también, que hay más? Al final se trata de mostrarnos como monstruos: con un poder que no tenemos y con un motivo irracional.
¿Cual es la realidad?
- No tengo ningún interés en violar, solo quiero que la gente deje de decir que me rechaza por tener pene, por que eso me genera más disforia. Simplemente quiero que me vean como una mujer, sin pensar en que tengo entre las piernas.
- Hablo de lesbianas por que yo lo soy, y por que estoy cansada de tener miedo a otras lesbianas. Me gustaría que me escuchasen y fuesen mis aliadas.
- Y si hablo de transfobia no es por que esa palabra me de el poder de violar. Es por que los prejuicios existen. La transfobia es algo que nos inculca esta sociedad, y la gente tiene que poder reconocerla para dejar de tener prejuicios.
Estoy cansada de tener miedo. Estoy cansada de saber que yo no importo. Que cualquiera puede coger lo que diga y retorcerlo y usar un espacio oficial para señalarme como un monstruo sin que yo pueda defenderme, sólo por que soy trans.
Estoy cansada de la necesidad de mujeres cis de validar el rechazo que sufrimos las mujeres trans, incluso en espacios feministas y LGBT. Estoy cansada de oír que es válido rechazarnos por tener pene. Lo he visto demasiadas veces en gente que debería ser nuestra aliada, y por eso les tengo miedo. Si piensas esto, por favor, permíteme que me aleje de ti.
O por el contrario puedes escucharme.
Si has decidido seguir leyendo, quizás te sorprenda escuchar esto: a mi no me gustan los penes. Entonces ¿por que defiendo que no es válido rechazar a una mujer por tener pene?
Es muy sencillo: puedes hacer muchas cosas con una mujer con independencia de que tenga pene o no. Puedes salir con ella, puedes besarla, abrazarla, recibir sexo oral por parte de ella, puedes acariciar su piel, su pelo, sus pechos,... Todo eso es independiente de que tenga pene o no.
En realidad cogéis algo mínimo (que no te gusten los penes) y lo convertís en una forma de rechazo total a las mujer trans. Como si el tener pene fuese una especie de enfermedad que se contagia al resto de mi. Y además lo expresáis con frecuencia haciendo que nosotras lo oigamos y nos sintamos mal y os tengamos miedo. Y no por que hayáis tenido una experiencia que necesitéis relatar: es parte de la opresión que se inculca contra las mujeres trans.
Mirad, soy una mujer asexual. No me gustan ni penes ni vaginas. Pero si alguien me gustase exploraría con ella lo que puedo hacer y lo que no, no la rechazaría sin más. Vosotras sin embargo podéis permitiros rechazar a las mujeres trans por que somos una minoría y está socialmente aceptado. Vuestro prejuicio no os va a traer ningún inconveniente, mientras a nosotras nos destroza.
Hay mucho más que podría explicaros, pero ya estoy cansada de tener que vivir justificando que soy un ser humano. Que no soy un monstruo, ni una violadora, ni odio a las lesbianas ni cualquier mierda que os hayan inculcado sobre mi. Ojalá os dieseis cuenta de los prejuicios que hay contra las mujeres trans y como los reproducís.