"La debilidad, el camino a la colaboración es. La debilidad lleva a la necesidad, la necesidad lleva a pedir ayuda, y esta a la colaboración", parafraseando a Yoda.
Hace ya un par de días que tenía este artículo en mente, pero lo cierto es que iba a ser algo distinto. Un artículo "Que la fuerza (bruta) me acompañe", me hizo cambiar el guión. Aunque su contenido dista de lo que aquí digo, si que me hizo darme cuenta de algunas cosas.
Cuando Spiderman se pone su máscara y sale a combatir el mal, suele hacerlo solo. Un poder conlleva una responsabilidad, pero también puede conllevar cierta soledad. En nuestra sociedad nos hemos acostumbrado a admirar el poder y ver la debilidad como alguna clase de minusvalía, pero ¿y si plantease otro modelo de sociedad?
Para empezar quiero destacar que la fuerza y el poder son solo mitos. Todos los seres humanos somos extremadamente vulnerables, y por ello para algunas personas el imponerse a otras solo les sirve como forma de engañarse ante sus propios miedos. Pero cuando hablamos del poder, este se asienta sobre otras muchas personas, y aunque parece que los hombres con poder toman sus propias decisiones, lo cierto es que perderían este poder si sus decisiones no se ajustasen a los criterios de otros que les apoyan.
Pero el caso es que nos engañamos diciendo que hay personas fuertes y personas que no lo son. Simplemente se finge el ser fuerte tratando de aparentar que no necesitamos a los demás. Pedir ayuda es un signo de debilidad. Es algo heredado del pasado, de cuando la hombría se demostraba con violencia.Pero aún persiste en nuestra sociedad como concepto.
Quizás el pedir ayuda no sea ya algo tabú, pero desde luego se sigue animando a la gente a resolver lo que puedan por uno mismo. Y el problema es que casi todo lo puedes resolver por ti mismo. Si has de encontrar una dirección puedes pasarte media hora dando vueltas sin preguntar, pero la puedes encontrar por ti mismo. Si has de tomar una decisión, puede que la tomes peor, pero la puedes tomar por ti mismo.
Ahora bien, aceptando que deberíamos pedir ayuda también en estos casos, yo quería ir aún más lejos ¿y cuando no la necesitamos en absoluto? No hablo de pedir que otra persona haga algo por ti, sino de hacerlo juntas. ¿No puede ser eso bueno? Compartir la experiencia, colaborar, aprovecharlo como una oportunidad para socializar,...
Colaborar es algo a lo que esta sociedad no está acostumbrada. Creo que nos faltan herramientas para ello. Estamos en una sociedad muy competitiva con miedo a que unos se aprovechen de otro. Y lo peor es que a veces por querer ser mejor personas lo invertimos y tampoco colaboramos por miedo a aprovecharnos nosotros de los demás.
Un test de Internet me ha dicho que mi poder es la precognición. Pero si pudiese escoger, sin duda escogería la telepatía. Por que ¿cuanto más podríamos colaborar si supiésemos que es lo que necesitan los demás y en que están dispuestos a ayudarnos? ¿Que cosas podrían salir mejor estando juntos? Es un sueño muy bonito ¿o es algo más que un sueño? Por que ahora mismo estoy pensando algo que... pero no, os voy a dejar con las ganas, esta historia tendrá continuación pero tendréis que esperar al siguiente episodio.
Continuará...
Está claro que "poder" y "fuerza/debilidad" van de la mano tanto física, como psicológica, como moral, como económicamente. Pero a lo largo de la historia no siempre ha sido igual, ha ido cambiando de relación directa a inversa y viceversa.
ResponderEliminarEl poder ha ido cambiando de estado a medida que avanzaba la Historia: primero el físico, luego el psicológico, luego el moral y por último el económico.
Y no todos tenían que ver con la fuerza sino con la debilidad. La relación fuerza-poder existe sólo en el ámbito físico. Actualmente el poder es económico y lo ostentan personas de moral laxa o débil. El Dalai Lama no ostenta ese poder, pero tiene fuerza moral y por ello consigue propósitos que a pie de calle sólo se conseguirían con dinero. En tiempos del feudalismo, el poder era económico también; sin embargo, había feudos arruinados completamente, masas de campesinos con inmensa fuerza física por el trabajo de horas y tener la moral de trajinarse a las mujeres de los campesinos recién casados no es muy loable, pero los nobles tenían acceso a libros y cultura y, por lo tanto, estaban preparados para manipular psicológicamente a todos sus inferiores argumentando (con falacias o no) de que lo que ellos decidían y hacían era la verdad absoluta.
Lo que quiero decir es que el poder lo puede ostentar el fuerte y el débil, el uno porque lo puede manejar a su antojo y el otro para protegerse de los fuertes.
Si se extendiera la colaboración, estas relaciones fuerte/débil no existirían, pero tampoco existiría el poder y dejaríamos de ser ambiciosos, y por lo tanto de evolucionar o progresar.
Entonces, yo me pregunto, ¿cuál es el término medio?
Hola Ninfapinfa, siempre encantado de leerte ;)
EliminarAquí entramos en problema de definición. Cuando hablaba de fuerza me refería principalmente a física. También pensé en fuerza emocional, pero no lo veo como que una persona emocionalmente vulnerable tenga un problema, además de que muchas veces se consigue una falsa "fuerza emocional" a base de suprimir emociones.
Cuando hablas de fuerza moral, es lo que digo que no es una característica con la que uno se pueda imponer a los demás. Es decir, el poder del Dalai Lama no está en quien es él sino en lo que dice. Si dijese algo distinto, perdería dicho poder.
Finalmente entramos con problemas de definición también al final, con lo de la ambición. Colaborar no quita la sana ambición de lograr mejores cosas. De hecho se colabora por dicha ambición. Ahora bien si hablamos de la ambición negativa que no es posible con colaboración, la ambición de obtener más que los demás, de obtener lo que tienen otros, en ese caso eso no es necesario para evolucionar o progresar.
Yo creo que la colaboración ayuda más al progreso que la competición. O quizás no sea así y dependa de la persona. Quizás haya personas que rindan más con colaboración y otras que lo hagan con competición.