Siempre me han parecido muy tiernas las personas a las que les gustan los animales y los niños. Pero aunque a mi también me gustan, pero no quiero tenerlos. Para mi esto era una contradicción que me costaba explicar, pero creo haber encontrado la clave en una discusión en Internet.
El tema era el feminismo, y la posición de poder de los hombres en esta sociedad. Me duele cuando una persona dice que por el simple hecho de ser hombre estoy en una situación de poder respecto a las mujeres. Entiendo el concepto desde un punto de vista abstracto, pero aún así me incomoda. Creo que no me resulta cómodo encontrarme en una relación en donde yo tenga el poder por que la responsabilidad de cometer errores me bloquea y me impide actuar.
Y creo que ahí está la clave de por qué no quiero tener mascotas ni hijos. Me gustan los animales y los niños, pero si dependen de mi y yo puedo tomar decisiones sobre ellos, me siento mal. No me gusta tomar decisiones por otros que no me las pueden discutir.
Se que habrá mucha gente que pueda educar a sus hijos peor de lo que yo lo haría, pero eso no disculpa lo que yo pueda hacer mal. Mi problema es que tengo creencias muy firmes y a la vez muy particulares, y se que estas influirían en mis hijos y podrían darles una perspectiva del mundo muy distinta a lo normal. De alguna manera sentiría como si experimentase con ellos, y eso no me gusta.
En cambio la educación en si me gusta, pero cuando hablamos ya de una persona con unas ideas desarrolladas y en donde yo le exponga las mías como otra opción más, no como un modelo a seguir. Lo que me gusta es que haya una igualdad de condiciones en donde cada uno tome sus propias decisiones desde su propia perspectiva.
Con los animales es algo similar, solo que a diferencia de los niños sabes que nunca serán autónomos, que siempre dependerán de ti. Pero no soporto el concepto de "se lo que es mejor para ellos" aunque en muchos casos vaya a ser verdad. Ya bastante me duelen las decisiones que tomo para mi, como para lidiar con las que tome sobre los demás.
No querer tener animales es una decisión muy normal, que nadie te va a discutir pues son muchas las personas que no los tienen. Pero no querer tener hijos es un tema más complicado, sobre todo en caso de tener pareja. La gente supone que esa opción siempre está encima de la mesa y que llegará tarde o temprano. Por eso me parecía importante aclarar mis ideas para poder expresarlas mejor.
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